Historia del Sexo en Chile

“No hay modo de vivir la vida. Es así. El deseo, al contrario que el placer, es
fuente de sufrimiento, odio e infelicidad. El orgasmo extingue el deseo y el
sufrimiento. Así el orgasmo se constituye en la meta primordial para lograr la
plena libertad sexual”.


Por César Valdebenito

El consumo libidinal de masas se ha extendido en Chile a la par con el Internet y la globalización mundial, y ha sido enfervorizado por las performances culturales de origen norteamericano (Desde los Beet a Holywood, desde el Yupi a Las Phorno Star, pasando por; Pin, Warhol, Madonna, Tunick, etc.) lo que introduce el modelo de conducta propio del flirt adolescente. Y entonces la pregunta es ¿hasta dónde se puede llegar antes del matrimonio o de nuestro primer orgasmo? Hoy en día la opción hedonista-libidinal de origen norteamericano ha recibido el poderoso apoyo de los órganos de prensa de inspiración libertaria y de la parte más contestataria de la literatura, lo cual ha sido aceptado con alegría de las féminas. Y así podemos elaborar un compromiso de urgencia (que nos lleva a la salvación de los deseos libidinales del macho y a la consumación del acto), que se puede resumir en las siguientes líneas: Durante una primera fase (digamos entre los doce y los quince), la chica sale con muchos chicos (la ambigüedad semántica del verbo salir refleja, por otra parte, una verdadera ambigüedad de comportamiento: ¿qué quería decir, exactamente, salir con un chico? ¿Se trataba de besarlo en la boca, de los placeres más profundos del toqueteo y el manoseo, de relaciones sexuales propiamente dichas? ¿Había que dejar que el chico te tocara los pechos? ¿Tenía que quitarse el calzón y asegurarse de llevar la pildorita del día después? ¿Y qué pasaba con las partes del chico?). Debo confesar que para algunas chicas no era fácil; sus revistas favoritas daban respuestas vagas y contradictorias. Durante la segunda fase (poco después de salir del colegio y entrar a la universidad, o quedar cesante o encontrar un trabajo esporádico), la misma chica sentía la necesidad de una historia seria (o llamada big love en las revistas alemanas), y la pregunta era: ¿debo irme a vivir con Pipo o Claudio o Roberto?; era una segunda fase, pero en principio definitiva. Y no es sino en esta época cuando ellas empiezan a darse cuenta que el divorcio se ha generalizado y vuelto una practica insoslayable. Hasta aquí la mayoría de las mujeres tienen una adolescencia exaltada, se interesan mucho por los chicos y el sexo, pero en una tercera fase poco a poco se cansan, tienen cada vez menos ganas de abrir las piernas, de curvar la espalda y presentar el culo; buscan una relación tierna que no encuentran, una pasión que ya no son realmente capaces de sentir; entonces empiezan para ellas los años difíciles. Para unas chicas que de todas formas eran bastante ingenuas y estaban bastante aturdidas por la rapidez de las transformaciones que ocurrían a su alrededor, este es el modelo de vida al que tratan de amoldarse juiciosamente. Pero siempre el objetivo era único y el mismo: el futuro ante el posible orgasmo y no el orgasmo propiamente tal. Por supuesto dentro de todo este menjunje hay matices y variantes. Por atroz que parezca, existen. Por ejemplo: una belleza extrema. Una belleza que sobrepasa por mucho la seductora frescura habitual de las adolescentes (en pleno estado de adolescencia), produce un efecto sobrenatural y parece presagiar invariablemente un destino trágico. Ése es uno de los principales inconvenientes de la extrema belleza en las chicas: solo los ligones experimentados, cínicos y sin escrúpulos se sienten a su altura; así que los seres más viles son los que suelen conseguir el tesoro de su virginidad, lo cual es más exultante que cualquier orgasmo posterior con la misma chica, lo cual supone para ellas el primer grado de su irremediable derrota. Una chica bellísima, con un orgasmo a cuestas, no es nada al lado de la misma chica virgen (aunque igual es mejor cualquier cosa que nada). Es chocante comprobar que ha veces se ha presentado la liberación sexual como si fuera un sueño comunitario, cuando en realidad se trata de un nuevo escalón en la progresiva escalada histórica del individualismo. (¡Urra Chile!). Por supuesto el orgasmo es más importante que cualquier escalada histórica y ha contribuido a destruir el ultimo eslabón que nos une con la prehistoria, que es: la pareja y la familia. Hace mucho en Europa existe el Sidatón, la marcha de Gay Pride, La Feria del Erotismo, etc., etc. Ahora bien, otro ejemplo es cuando te encuentras con tu esposa después de 4 años de casado y le compras un corsé de encaje y lamé. Y ella intenta ponérselo y cuando por fin lo logra y tu entras al dormitorio, te das cuenta que aquello no tiene remedio. Los muslos le cuelgan por culpa de la presión del liguero. Los pechos no han resistido a la lactancia. Le habría hecho falta una liposucción, inyecciones de silicona, todo un taller de reparaciones. Y olvidémoslo cuando la chica empieza con los anticonceptivos y se vuelve chancha. No hay modo de vivir la vida. Es así. El deseo, al contrario que el placer, es fuente de sufrimiento, odio e infelicidad. El orgasmo extingue el deseo y el sufrimiento. Así el orgasmo se constituye en la meta primordial para lograr la plena libertad sexual. Hoy solo muy pocos han logrado la plena libertad sexual, logrando eliminar los obstáculos para la alegría y el placer. Quedan algunos breves momentos de depresión, de tristeza y de duda; pero se pueden tratar fácilmente con la ayuda de fármacos. La química de los antidepresivos y de los ansiolíticos ha hecho considerables progresos. "Un centímetro cúbico cura mil sentimientos." Estoy en todos los aspecto por la libertad sexual, control genético, lucha contra el envejecimiento, cultura al ocio. Y en todas sus dimensiones por un orgasmo juvenil, libertario y sano. Por otra parte los hombres y las mujeres que van a las discotecas renuncian rápidamente a la búsqueda del placer (que pide delicadeza, sensibilidad, lentitud) en beneficio de una actitud sexual fantasmagórica, bastante poco sincera en el fondo. De hecho directamente calcadas de las escenas del un dos un dos del porno. El deseo y el placer, que son fenómenos culturales, antropológicos, secundarios, no explican a fin de cuentas la sexualidad; lejos de ser factores decidores, están sociológicamente determinados. En un sistema como el existente solo pueden alcanzarse a través de un placentero orgasmo. En Chile solo un pequeño segmente de la sociedad liberal se acerca al modelo sexual propuesto por la cultura oficial (publicidad, revistas, organismos sociales y salud publica) de un sector de Europa. Así las cosas no nos queda más que aceptar el orgasmo como salvación primera. Por supuesto dentro del sistema todos los penes están tiesos y son desmesurados, y las vaginas siempre van depiladas y rezumantes. Y esto es lo lindo y no hay que olvidarlo. El placer sexual se apoya sobre todo en las sensaciones táctiles, especialmente en la excitación racional de zonas epidérmicas concretas cubiertas de corpúsculos de Krause, a su vez vinculados a neuronas capaces de desencadenar en el hipotálamo una fuerte carga de endorfina. Y eso es lo medular. En este sentido hoy el judaísmo, el cristianismo, islam y budismo se han convertido en una graciosa anécdota. Estoy seguro que en futuro próximo acabaremos con la reproducción sexual, pero no con el placer sexual. El hombre se encargará de crear un individuo modificado a nuestra imagen y semejanza. Una nueva especie humana creada por el hombre. Y el orgasmo ya no será una dolorosa realidad.

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